Resumen
Daniel, aunque sólo tiene trece años, lleva seis intentando superar la muerte de su madre en un accidente de coche del que él salió casi ileso. Pero al no conseguirlo, se inventa una vida en el plano de la fantasía, donde se convierte en caballero al estilo de don Quijote. El paralelismo con este personaje es total. Escoge un escudero, Alex, el vecino de enfrente, y hasta una Dulcinea, a la que dedica su amor incondicional. Divertido y a la vez muy emotivo por los sentimientos de dolor de Daniel, este breve relato es un conjunto de disparatadas aventuras, cada vez más inclinadas hacia el lado de lo imaginario, donde unos personajes, tiernos y que sacan lo mejor de sí mismos, pretenden luchar contra los malos y defender la justicia. Los ingeniosos diálogos entre los dos protagonistas, en un lenguaje medieval propio de las novelas de caballerías, son de lo mejor del libro, sin excluir la nobleza de sus acciones, que al final se confunde con travesuras de niños, de las que no siempre salen bien parados. Escenas de gran comicidad y valores de fondo como la amistad o la vida familiar con sus pequeños desencuentros completan una lectura fresca y divertida.
