Resumen
Segunda parte de la novela titulada "El ocho", cuya acción se centra en la búsqueda de las piezas de un juego de ajedrez muy valioso que fue regalado al emperador Carlomagno por un noble bereber. Al llegar la Revolución francesa las piezas de esta joya, guardada en un monasterio, fueron dispersadas, ocultándose en distintos lugares.
Tras un capítulo inicial aceptable, que despierta cierto interés, la acción, desarrollada en varios planos alternativos y en diferentes espacios geográficos y temporales, cobra un carácter inverosímil, desorbitado e incomprensible. A los personajes les falta profundidad humana, las situaciones resultan mal concebidas y peor tratadas, y la acción se resuelve en un continuo ir y venir, sin apenas claves para comprender las intrigas y traiciones de la trama. La obra apenas sirve para entretener con su mezcla de intriga, esoterismo, sabiduría cabalística, referencias a cultos paganos o al secretismo masónico y otros recursos similares, que incluyen escenas insólitas y disparatadas, como la aparición de un grupo de vascos con trajes regionales y armas en pleno Washington.
