Resumen
La pretensión de este libro no es otra que la de resaltar un aspecto de tanto interés en la cultura de los pueblos, su habla peculiar. Habla peculiar del que la toponimia es parte tan importante que en algunos casos, como en éste, sólo sabemos de ese habla, precisamente, por la toponimia que se ha conservado. Por otra parte, está muy lejos de la intención de su autor, ni convencer ni dar clases a nadie de nada, y mucho menos a los que más saben. De ellos sólo puede esperar sus puntualizaciones, sus aclaraciones, sus correcciones... en definitiva sus enseñanzas. Ojalá que alguien lo haga. Añadir también que este trabajo ha sido realizado con mucho esfuerzo, pero también con mucho cariño. Porque su autor desciende de Cantabria –es tataranieto de pasiegos– de cuya cultura, Las Encartaciones, su tierra, forma parte, y de la que, sin duda, él se siente.