Resumen
La céntrica calle madrileña aludida en el título sirve de eje argumental a este friso narrativo que, a partir de datos históricos referentes a esta avenida, próxima a cumplir cien años, constituye una obra ante todo de ficción.
El autor (Madrid, 1935) noveliza el abigarrado mundo que con el paso de los años ha surgido en esta calle y en sus adyacentes: comercios, bares, pensiones, etc. El tono costumbrista está en general bien conseguido, tanto en lo referente al pasado como en la época actual. Sin embargo, la búsqueda del realismo pintoresco y castizo tiende a acentuar mucho los rasgos canallas y populistas del barrio, con abundantes escenas de robos callejeros, timos, atracos y, sobre todo, prostitución, lo que presta al conjunto de esta crónica, a medias ficticia, a medias veraz, un tono de obscenidad muy acentuado. Por otra parte, la extensión del texto, quizá excesiva, conduce a reiteraciones pintoresquistas y a prolongar demasiado ciertos episodios de poca entidad. Escrita con buen estilo, la obra tiene mucha viveza descriptiva y abundantes rasgos de humor pero las frecuentes apelaciones sexuales muy explícitas resultan un recurso fácil que va en detrimento de su calidad estética.