Resumen
Un niño de doce años que acaba de irse a vivir con sus tíos descubre, tras el yeso de una pared de su habitación, 99 pequeños armarios de distintos tamaños, colores y formas. Por lo que ve y escucha a través de ellos, entiende que son portales que llevan a otros mundos.
Esta novela de fantasía, con un toque escalofriante y de terror, está ambientada en un pequeño pueblo de Kansas y protagonizada por un niño indiferente y carente de sentimientos que, con su simpática prima, se ve envuelto en un misterio familiar que le lleva a descubrir su propia identidad. Aunque su desarrollo es lento hasta casi mediado el libro, la intensidad de la narración y la habilidad para ir creando el clima adecuado que desembocará en sucesos terroríficos y mágicos consiguen atrapar desde el principio. Lo importante de la acción se centra en el interior de la casa, aparentemente normal pero que encierra oscuros secretos, y en retazos de descripción de otros lugares y personajes, a los que accede el protagonista a través de los armarios. El clima tenebroso de fondo y algún elemento sangriento se ven aligerados por las situaciones y ocurrencias de los personajes, muy acordes con su edad y no exentas de detalles cómicos. El final abierto del libro parece dar a entender que se trata del primero de otra nueva serie.
