Resumen
En este nuevo episodio de la serie, Anastasia consigue tener un perro. Lo malo es que debe sacarlo muy temprano, incluso los días festivos, y recoger en una bolsa lo que él deja en la acera. Por si fuera poco, en clase, su profesor de Ética le plantea interrogantes complejos en los que es difícil determinar cuál es la actitud correcta. La obra, escrita en tono humorístico, refleja la responsabilidad que conlleva el tener una mascota y explica el deber cívico de informar a la policía sobre algo que se ha hecho mal, aunque sea de modo involuntario. Responde a un propósito educativo, pero su lectura resulta entretenida.