Resumen
Un día, quizá de primavera, del año 1325 a. C. La joven reina Ankhesenamóndeposita unas flores en la tumba de su esposo recién fallecido, el joven Tutankhamón. Una muerte inesperada, o puede que no tanto, una pieza más dentro del enorme tablero de juego político y religioso en el que se haconvertido Egipto desde el reinado de Akhenatón, el faraón hereje. Una luchadespiadada en la que se entremezclan las concepciones religiosas con las ambiciones políticas y la más primaria ansia de poder.