Resumen
Rostand inmortalizó como nadie a Cyrano de Bergerac. Sin embargo, tanto el personaje real, como sus obras, aún hoy son poco conocidas para el público general. Las cartas satíricas recogen la parta más divertida de la obra del insigne escritor francés. En ellas se refleja su sarcasmo e imaginación caricaturesca, armas con las que arremetió no sólo contra las instituciones religiosas y politicas, sino contra sus enemigos personales.<