Resumen
Primera entrega de una nueva saga de fantasía, secuela de la trilogía Cazadores de Sombras de la misma autora. Ambientada en Londres en el siglo XIX, se narran, como apunta el título, los orígenes y la naturaleza de los personajes de la saga anterior. Con un primer tercio del volumen fundamentalmente lento y descriptivo, pero necesario para presentar al lector el oscuro submundo escenario de la trama, el ritmo narrativo va adquiriendo intensidad a medida que se perfila el argumento, hasta terminar en escenas de lucha trepidantes. La historia gira en torno a los tres protagonistas: Tessa, una adolescente de origen no humano, y dos jóvenes cazadores de sombras, tampoco humanos, que tienen la misión de proteger a las personas de los demonios.De ahí que el relato se centre en los enfrentamientos entre seres sobrenaturales, ya sean cazadores de sombras, brujos, criaturas mecánicas, vampiros o energías demoníacas, sin que el bien quede claramente delimitado, ya que no hay ni un solo personaje bien definido moralmente. La magia y los poderes ocultos y sobrenaturales impregnan todo el libro, en el que no faltan escenas sangrientas y macabras además de un fuerte clima sensual en algunos pasajes.Un final demasiado abrupto deja al lector predispuesto a continuar con la segunda parte.