Resumen
Jaume Cabré recopila trece relatos que ha ido elaborando durante años en su obra titulada
Cuando llega la penumbra, todos con la característica de abordar la figura del asesino y en los que está presente una acentuada maldad. Sus protagonistas tiranizan, amenazan, golpean, violan o matan y sus víctimas se debaten entre la indefensión, el miedo o el odio hasta el punto de asesinar a sus torturadores. Hay en estas páginas niños amedrentados por padres o profesores, sacerdotes y monjas perversos, pinceladas de pedofilia, maridos violentos, asesinos de adolescentes, amantes clandestinos, un anciano que deambula por parajes bélicos llenos de recuerdos sangrientos o un eterno candidato al Nobel que desea vengarse, etc. Las temáticas ocasionalmente se trenzan y reaparecen como si su autor quisiera establecer entre ellas un hilo conductor.
Cabré explora los posibles motivos para matar y el lector llega a la conclusión de que a veces basta un detalle banal. Formalmente imprime un estilo vivo e incisivo a sus historias en las que junto a la ironía, ciertos elementos fantásticos, hábiles juegos de palabras y toques de humor negro late una rabia no contenida que se refleja en un mundo hostil y despiadado. Las narraciones no ofrecen apenas intriga ya que, generalmente, el criminal se conoce desde el principio y los asesinos que dibuja Cabré matan niñas, esposas, enemigos o desconocidos, en ocasiones con jactancia. Con lenguaje directo y malsonante y una correcta recreación de las diferentes atmósferas donde se desarrolla la acción, su autor presenta el lado más inhumano y cruel de la persona. De fondo late un escepticismo descreído manifestado en comentarios críticos y antirreligiosos junto a un marcado pesimismo.