Resumen
Las ocultas tensiones que socavan el hogar familiar de una joven colombiana perteneciente a la buena sociedad de Bogotá acaban por alterar su equilibrio mental. Ya adulta, se va a vivir con un modesto profesor universitario en paro, divorciado y bastante mayor que ella, que sólo puede ser soporte y testigo paciente de sus delirios.
La obra, Premio Alfaguara 2004, basa su argumento en una trama de secretos vergonzosos tenazmente negados, que no resulta original. La autora carga el peso de su trabajo, no en la elaboración del contenido, sino en los elementos externos, técnicos y estilísticos. Para reflejar las corrupciones de los ricos colombianos, su relación con los narcotraficantes y sus miserias morales utiliza un estilo barroco y acumulativo, que excluye el diálogo, y dos líneas narrativas paralelas que a veces convergen y se separan de nuevo. La alternancia de episodios está realizada con poca agilidad, en los términos de expresividad maciza y apelmazada que caracterizan el texto de principio a fin. La obra tiene cierto mérito como ejercicio virtuosista y logra transmitir sus críticas hacia la élite de un país conducido por ella al desastre. Sin embargo, las figuras de la protagonista y del amante, un intelectual marxista generoso e íntegro, son poco convincentes e irrelevantes en su trayectoria vital. Abrirse paso entre las frondosidades de unas frases desmedidas cuesta un esfuerzo que no se ve compensado ni desde el punto de vista estilístico ni en cuanto al pensamiento de fondo se refiere. Las descripciones de los vicios sexuales de los adinerados ociosos son bastante significativas, aunque queden atenuadas por los excesos retóricos propios de todo el libro.