Resumen
Todo orden es pura poesía. Es algo que Toni Montesinos conoce muy bien, y que demuestra con creces en su libro "Diario del poeta isleño" en la Colección Tierra de La Isla de Siltolá. Con una estructura muy marcada, dividido en dos partes ("La Isla de la Muerte: un padre", "La Isla de la Vida: una mujer") que a su vez se dividen en otras dos respectivamente ("La isla del odio", "La isla de la soledad" y "La isla del encanto", "La isla de hielo y fuego"), este poemario, esta prosa versada, este infinito de preciosas posibilidades se nos muestra como un desafío lector. Y de eso sabe mucho también su autor, crítico literario aparte de escritor.
Hay quien dice que los críticos se dedican a ello porque no saben escribir de verdad, pero ése no es el caso de Toni Montesinos, que maneja con gran agilidad la pluma tanto para crear como para apreciar lo creado por otros.
En este poemario hay versos dolorosos, duros, infalibles, enfermos de muerte ("muere de una vez, predecesor de la locura,/ padre ausente antes, padre ausente de por vida./ Aliméntate de tierra que no pisaré") y versos de amor y esperanza, de sueños aún por realizar, de propósitos por cumplir ("el mar decide por mí de dónde soy: del ser amado siempre")
Todo aquel que quiere escribir, los consejos que más suele recibir son de lecturas que tiene que hacer antes de coger él mismo pluma y papel. Leer a los grandes, a los clásicos. Puede que este consejo el mismo Toni se lo haya dado a los escritores noveles, más aún en poesía. Lo que podemos añadir desde aquí en ese consejo, es que una de esas lecturas sea de la obra de Toni montesinos, que esperamos que siga aumentando para seguir viviendo experiencias certeras a través de sus letras.
