Resumen
La transparencia de la gestión en las Entidades Públicas ha
sido y sigue siendo una demanda constante de los ciudadanos en su triple
condición de electores, usuarios de servicios públicos y contribuyentes.
Los gestores públicos deben rendir cuentas de su gestión de una manera
clara, adecuada y oportuna en el ejercicio de las responsabilidades que han
contraído. Para facilitar la consecución de este equilibrio inestable entre
lo que los ciudadanos demandan y la demostración de responsabilidades
de los gestores, los pronunciamientos contables más avanzados en el
ámbito de la Contabilidad Pública incluyen una batería de indicadores
presupuestarios, económicos y financieros que pueden ayudar a la
interpretación de los mensajes informativos emitidos por los Organismos
Públicos. Los estados contables incluidos en la Cuenta General y los
principios contables aplicables en la actualidad son cada vez más
sofisticados y se encuentran sometidos a mayores tecnicismos contables,
lo que dificulta seriamente su interpretación por unos usuarios que no
tienen por qué ser especialistas contables. Es precisamente en este
campo en el que los indicadores pueden y deben tener un papel
importante para facilitar a los usuarios la interpretación de los mensajes
informativos y el conocimiento de la situación económico-financiera del
Organismo Público de que se trate.<