Resumen
Nuevo episodio de la serie protagonizada por el jefe de la Brigada de Homicidios de Estocolmo Martin Beck, encargado en esta ocasión de resolver una cadena de extrañas muertes, rematada con un incendio en el que perecen tres personas. El proyecto editorial de la serie policiaca a cargo del matrimonio de periodistas suecos quedó interrumpido por la muerte de Per Wahlöö en 1975.
La intriga y la actividad detectivesca se convierten desde el principio en la base argumental, aunque las vidas, inquietudes y sentimientos de los personajes, delincuentes y policías, aportan nuevos alicientes literarios que suavizan la tradicional violencia del género negro. El inspector Beck dirige las pesquisas con su habitual sagacidad y prudencia, respaldado por miembros del equipo a los que deja libre iniciativa para seguir aquellas pistas que consideren oportunas. Como resultado, los agentes se esfuerzan, con mayor o menor suerte, en la final detención del asesino, que actuaba dentro de una red internacional de estafadores. Martin Beck no representa la figura del investigador genial sino la del promotor capaz de motivar a sus hombres y obtener de ellos el máximo partido. Tanto los detalles propios de los ambientes policiales como el retrato de los personajes muestran el dominio de la expresión literaria que convirtió a los autores en máximos representantes del género.
