Resumen
Este libro evidencia que, frente a las declaraciones constitucionales del Estado democrático de Derecho y de la independencia del Consejo General del Poder Judicial, es un Estado arbitrario. Las desviaciones o perversiones del principio constitucional de la independencia del Gobierno de los jueces y magistrados se demuestran en las leyes, en la jurisprudencia y en los principios eternos del recto poder judicial. Los responsables de esta enfermedad incurable y asfixiante para la sociedad tienen nombres y apellidos: los parlamentarios de los partidos políticos, de modo protagonista los del PSOE y PP; los vocales del Consejo del Poder Judicial; los magistrados designados del Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo, Audiencia Nacional y Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas; y las Asociaciones judiciales, especialmente las de la Asociación Profesional de la Magistratura y la de Jueces para la Democracia, vinculadas a los nominadas formaciones políticas. <