Resumen
La obra analiza la situación política creada en la IIª República española a partir de la Revolución de octubre de 1934, que culminó, tras la caída del gobierno Lerroux-Gil Robles, con la toma del poder por parte del Frente Popular en febrero de 1936.
El autor muestra el progresivo aumento del clima de violencia entre los sectores de la izquierda y la derecha, visto a través de los medios de prensa, las declaraciones de los líderes y los diversos programas electorales. Con tal propósito, reproduce párrafos textuales con las opiniones de Indalecio Prieto y Largo Caballero, por los socialistas, de Dolores Ibárruri, por los comunistas, de Azaña por Izquierda Republicana y de Gil Robles como líder de las derechas. Se percibe en ellos cómo las posiciones de los representantes de los partidos se radicalizaban a medida que huelgas, atentados y asaltos a iglesias y conventos mostraban la incapacidad de los gobiernos para hacer respetar la ley y el orden público. Los problemas, lejos de disminuir con el triunfo de la izquierda en febrero de 1936, adquieren mayor virulencia y llevan a la República al caos que precedió al movimiento militar del 18 de julio. El autor considera que, en esos momentos, hundido el régimen republicano, los contendientes de ambos bandos se mostraban de acuerdo en la inevitabilidad del conflicto armado como única salida a la situación. La exposición documental permite conocer en detalle los argumentos esgrimidos por los sectores sociales enfrentados, aunque en ocasiones se pierden de vista otros factores culturales, religiosos y de principios que provocaron la reacción de las clases medias amenazadas por los revolucionarios. El estilo, denso dificulta la lectura de ciertos episodios, bien conocidos, que aparecen tratados de forma reiterativa y no muy clara.
