Resumen
El Estado de derecho después de 1978 es la voz, no comprometida políticamente, de nuestros juristas: cada abogado expone su labor profesional, especializada o generalista, para poder situarnos en su contexto, desarrollando aquellos temas que más le atraen o mejor domina, amén de opinar sobre nuestro Estado de Derecho, Transición, Constitución, Legislación, autonomías e incluso el futuro monárquico.