Resumen
Mariatu Kamara, de niña, vivía una vida tranquila en un pequeño poblado en Sierra Leona, rodeada de parientes y amigos. Los rumores sobre los ataques de los rebeldes no eran más que una preocupación lejana.
Pero un día, cuando tenía doce años, Mariatu tuvo que ir a un pueblo vecino, a donde nunca llegó. Un grupo de soldados rebeldes armados hasta los dientes, muchos de los cuales no eran más que niños, atacaron y torturaron a Mariatu. Durante este brutal acto de violencia carente de todo sentido le cortaron ambas manos.
Mariatu, tropezando y cayéndose por el camino, milagrosamente consiguió sobrevivir. El sabor dulce de un mango, lo primero que comió después del ataque, le confirmó su deseo de vivir, pero el desafío de tener que coger la fruta entre sus brazos todavía ensangrentados le constató la cruda y nueva realidad que se abría ante ella. Sin padres ni ningún otro adulto que pudiera hacerse cargo de ella, tuvo que ir a vivir a un campo de refugiados y dedicarse a pedir limosna por las calles de Freetown.
Susan MacClelland ha escrito la conmovedora y verdadera historia del ataque brutal que del que fue víctima Mariatu, tal como ésta se la explicó, así como sus consecuencias y la llegada finalmente a Toronto, en donde Mariatu empezó a rehacer su vida con esperanza, valentía y una capacidad de recuperación asombrosa.