Resumen
Situada en la Bretaña francesa, esta novela policíaca se recrea en los paisajes y el carácter de los habitantes de Concarneau y Pont-Aven, donde Gauguin y otros pintores de la escuela que lleva ese nombre, produjeron numerosas obras de arte y se alojaron en el hotel que es en esta novela el lugar del crimen. Y, precisamente en torno a una pintura famosa de Gauguin se comete el asesinato de un anciano, dueño del famoso hotel Central. El comisario Dupin comienza a entrevistarse con la familia y empleados del hotel y poco a poco va entendiendo el secreto que todos guardan.
La novela tiene la luz y el paisaje del verano bretón, del que nos hace un retrato bonito y casi turístico, y la investigación de un crimen en el que no hay trama sangrienta, sino la persecución de la herencia de Pennec, un mecenas del arte además de propietario de bienes inmobiliarios. El comisario Dupin, afable y agudo, consumidor de cafeína y solitario pensador podría ser el protagonista de una nueva colección policíaca más del estilo de Agatha Christie que del nórdico. La trama de la motivación del asesinato se va enriqueciendo a medida que se avanza en la novela: personajes relacionados con el arte y alguno con la política hacen más compleja e interesante una historia que no resulta tan simple como parece en su inicio. Una novela policíaca entretenida, bien trazada y con el agradable paisaje bretón en verano como telón de fondo.
