Resumen
Cuarto episodio de la serie protagonizada por el comisario Ricciardi, de la policía de Nápoles, cuya acción transcurre en el desapacible otoño de 1931. Los tres títulos anteriores se corresponden con las restantes estaciones del invierno, primavera y verano, condiciones climáticas que influyen tanto en el desarrollo de la trama como en la resolución de los distintos casos.
En esta ocasión, la tristeza del lluvioso otoño que suele rodear los días de difuntos, se ve confirmada por la aparición del cadáver de un pequeño vagabundo al borde de las escaleras que suben al cerro de Capodimonte. Todo apunta hacia una muerte provocada por el consumo de un veneno para ratas envuelto en un trozo de queso, utilizado en las tiendas de ultramarinos como cebo de efectos mortales para eliminar a los roedores. La permanente y molesta lluvia junto a la anunciada visita de Mussolini a Nápoles dificulta las tareas de la policía que apenas cuenta con medios para investigar el caso. Ricciardi desconfía de las apariencias y sospecha que el veneno fue proporcionado al chico por algún adulto interesado en su desaparición. Su teoría se confirma al descubrirse el complicado enredo de un hijo ilegítimo abandonado por la madre que ella misma hizo desaparecer para evitar el chantaje del que era víctima. La investigación policiaca se reduce a un segundo término para describir las duras condiciones de la sociedad de la época y ampliar el relato con los incipientes y tímidos amores del comisario que terminan en forma de melodrama sentimental. Tanto las descripciones ambientales de tiempo y lugar como las que se refieren a las reacciones afectivas y emocionales de los personajes muestran la notable capacidad narrativa del autor para crear el clima de intriga que mantiene en vilo la atención del lector hasta el desenlace final. Mauricio de Giovanni (Nápoles,1958)desarrolló la figura del comisario en un cuento breve que, debido a su éxito, se convirtió en el protagonista de una serie del género policiaco de éxito internacional.
