Resumen
El Sáhara, sobre todo para los habitantes del hemisferio occidental, es el Desierto por antonomasia. En el imaginario colectivo, es la gran extensión de arena, carente de agua, rota de vez en cuando por los oasis de palmeras. Es también la tierra de las caravanas y de las étnias nómadas. Pero el Sáhara es algo mucho más complejo y variado de lo que sugiere esta simplificación popular. El paisaje del Sáhara incluye macizos montañosos con alturas que se aroximan, o sobrepasan, los 3.000 metros de altura, ríos, extensas llanuras, grandes superficies de dunas, amplias mesetas o desiertos pedregosos. A una población antigua, que recibió desde el Neolítico varios flujos migratorios, se superpuso una población bereber, representada por los tuaregs. Más tarde se extendieron por buena parte del Sáhara los árabes conquistadores que introdujeron la lengua, la religión y la cultura islámicas, y llegaron desde el sur esclavos negros. Este libro pretende dar a conocer el Sáhara en sus diferentes paisajes.