Resumen
La autora, especialista en psicología clínica y en violencia familiar, considera que se suelen dar dos tipos de actitudes después de una experiencia muy dolorosa: la de quienes se centran en el dolor y la de los que se centran en la recuperación. Por ello, trata en esta obra de cómo resistir y hacerse fuerte tras un acontecimiento traumático, dado que muchos de los que lo sufren acaban desarrollando un trauma.
La obra trata sobre la resiliencia, o capacidad de soportar, sobreponerse y superar el dolor, dotando de sentido esa experiencia. La autora, que hace amena la lectura con la descripción de casos concretos, describe las secuelas que suele dejar una experiencia traumática a nivel psicológico, fisiológico y motor, así como los sentimientos de culpa que suelen aparecer; orienta también sobre el modo de eliminar pensamientos automáticos inoportunos y de darse autoinstrucciones para manejar la ansiedad. El tratamiento va dirigido a que la persona que sufre exprese su dolor y a restablecer un entorno seguro, junto a una reestructuración cognitiva de los sentimientos de culpa. Distingue el afrontamiento negativo, que provoca fijaciones en los recuerdos, reiteración en hacerse preguntas sin respuestas y aislamiento social, del positivo, y explica cómo el proceso terapéutico va de la reconstrucción de una imagen positiva, de ver los fracasos como algo normal, a la recuperación del control emocional. Se incluyen técnicas conductuales.El libro carece de una perspectiva trascendente del dolor.