Resumen
En una era post apocalíptica donde la tierra ha sido destruida y ha surgido una nueva forma de vida humana en estrecha conexión con la naturaleza, se sitúa la primera parte de una novela de fantasía con toques distópicos. La autora dibuja un mundo convincente y detallado, donde clanes y tribus rivales han aprendido a sobrevivir de modo rudimentario aunque civilizado, en lo que se refiere a su organización política y de convivencia. Dos jóvenes pertenecientes a tribus enemigas son los protagonistas de dos historias paralelas e independientes, que al final empiezan a confluir y dar consistencia a una trama elaborada, con personajes fuertes, cuyas vidas están marcadas por la búsqueda de su identidad personal, al ser distintos del resto de la gente de su entorno. Mari es hija de la sanadora del clan de los Caminantes terrenos, quienes viven en madrigueras y tienen una estrecha conexión con la luna. Nik es hijo del líder de la Tribu de los Árboles, vinculada al poder del sol, cuyos miembros aterrorizan a los caminantes al raptar y esclavizar a sus mujeres para dedicarlas al trabajo agrícola. El secreto de Mari y la imposibilidad de Nik de convertirse en líder los va a unir, después de munchas peripecias, en un intento de cambiar en mundo en que viven y encontrar su sitio en él. A estas dos subtramas que se centran en la vida cotidiana de estas gentes, difícil y dura en muchos momentos, se asoma la existencia de otra tribu-los robapieles- caníbal y salvaje en extremo, que proporciona escenas de cierto contenido sexual, pero sobre todo de barbarie y crueldad con los animales. Es una lectura entretenida de principio a fin por su fuerza y realismo, donde la magia y la fantasía solo sirven de marco a los hechos.
