Resumen
Segunda novela de la serie titulada "Episodios de una guerra interminable" que la autora dedica a las actividades clandestinas de los comunistas en España tras el final de la guerra civil en 1939. La acción transcurre entre 1947 y 1949 en un pueblo de la sierra de Jaén y el protagonista es un niño, que a su inicio tiene nueve años y es hijo de uno de los guardias civiles que viven en la casa-cuartel de la localidad.
La trama describe la vida cotidiana del pueblo, polarizada por la lucha de los guardias contra los guerrilleros comunistas refugiados en la serranía y a los que apoya gran parte de los lugareños e incluso algún infiltrado en las fuerzas del orden. El desarrollo argumental tiene notas de color local que resultan muy expresivas y con mucho sabor de época. Sin embargo, el elemento predominante es la intención de la autora de exaltar la lucha de la guerrilla, cuyo líder local, apodado "Cencerro", parece haber existido realmente. Este propósito, de índole extraliteraria, priva a la obra de elementos imaginativos en favor de una insistente labor de adoctrinamiento ideológico que, en ciertas ocasiones, cobra tintes melodramáticos, centrados en la supuesta violencia represora de las fuerzas del orden. Con el paso del tiempo el protagonista madura psicológicamente al descubrir la hipocresía de los poderes dominantes y la justicia de la lucha de los guerrilleros, marxistas o anarquistas, y de sus ideales populistas. Los hechos se presentan de modo demagógico, aprovechando la ingenuidad infantil del protagonista, pero, a cambio, vistas desde su perspectiva, las descripciones violentas o eróticas no son muy crudas. La obra forma parte de unos supuestos "episodios nacionales" que resucitan con argumentos emocionales y desde el punto de vista de la izquierda revolucionaria, el odio y los rencores derivados de la guerra civil española (1936-1939).