Resumen
Segunda parte de la trilogía titulada "Los sonámbulos", localizada en Alemania a principios del siglo XX. En ella se reflejan tres meses de la vida de un pequeño empleado que se debate entre su sueño de marchar a América -personificación para él de la libertad y de una nueva vida más pura y justay una realidad que se va cerrando sobre él como una trampa de la que no conseguirá huir. El escritor austríaco de origen judío Hermann Broch (1886-1951) hubo de emigrar a América a causa de la persecución nazi.
Se trata de una novela intimista, de poca acción, en la que con un lenguaje muy sobrio se consigue un expresivo cuadro de una parte de la sociedad alemana anterior a la Gran Guerra, en la que los problemas sociales empezaban a adquirir importancia. El protagonista, captado con gran realismo, está firmemente plantado en la tierra pero absorbido por un afán de redención y libertad al que sirven de contraste unos personajes secundarios perfectamente esbozados. Como en las otras dos partes de la trilogía, intenta Broch un análisis de una sociedad que, perdida su razón de ser, se desliza cada vez con más rapidez hacia su decadencia, en la que va implícito el posterior advenimiento de la era hitleriana. Al renunciar el protagonista a sus deseos de libertad y redención para continuar sumergido en su vida vulgar y rutinaria, se hace en cierto modo un reflejo del hombre del siglo XX, "vacío e insatisfecho de sí mismo y de un mundo que no puede nutrirle, llenarle de certidumbre y de presencia". En el plano moral, son frecuentes las escenas que reflejan una mentalidad permisiva.
