Resumen
An:amp;aacute;lisas de una revoluci:amp;oacute;n teatral.<;br /:GT;Hacia 1929, lt;strong:gt;Federico Garc:amp;iacute;a Lorcalt;/strong:gt; estaba tratando de encontrar una nueva expresi:amp;oacute;n po:amp;eacute;tica y un nuevo teatro con los que definir y expresar su propia identidad humana y art:amp;iacute;stica. Para el autor este momento se revela como el momento de la verdad. Se trata de construir un teatro de la verdad y una poes:amp;iacute;a m:amp;aacute;s verdadera en lo est:amp;eacute;tico, que le permitan y le obliguen, tambi:amp;eacute;n, a llegar a su verdad personal, humana, y sacarla afuera.lt;br /:gt;:amp;laquo;lt;strong:gt;Federico Garc:amp;iacute;a Lorcalt;/strong:gt; afirmaba que, seg:amp;uacute;n :amp;eacute;l lo ve:amp;iacute;a, la m:amp;eacute;dula de su obra era de dramaturgo, pero que esa obra a:amp;uacute;n no hab:amp;iacute;a alcanzado un plano de madurez. Me considero todav:amp;iacute;a un aut:amp;eacute;ntico novel, dec:amp;iacute;a, Mi obra apenas est:amp;aacute; comenzada [...] La veo a lo lejos, como un orbe denso, con firmeza de pulso para acercarme a ella. Su muerte, meses despu:amp;eacute;s de esta entrevista, frustr:amp;oacute; la posibilidad de que esa obra, apenas comenzada, llegara a realizarse en plenitud. Pero las piezas que nos han quedado, alguna seguramente acabada, otras, incompletas, junto a los comienzos, fragmentos y bocetos de lo que se ha dado en llamar su teatro inconcluso, permiten adivinar la naturaleza del orbe denso al que el poeta iba acerc:amp;aacute;ndose, los temas y preocupaciones que lo hac:amp;iacute;an moverse, y las leyes de ese movimiento. Un nuevo teatro, personal:amp;iacute;simo, que nos revela las ideas fundamentales de la nueva po:amp;eacute;tica dram:amp;aacute;tica que con :amp;eacute;l se iba creando.:amp;raquo; De este modo introduce su libro lt;strong:gt;Mar:amp;iacute;a Estela Harretchelt;/strong:gt;, situando a sus lectores frente a un lt;strong:gt;Lorcalt;/strong:gt; :amp;laquo;nuevo:amp;raquo;.lt;br /:gt;Entre 1929 y 1930, a:amp;ntilde;os en que el poeta vivi:amp;oacute; en Nueva York como estudiante de Columbia University, escribe lt;em:gt;Poeta en Nueva Yorklt;/em:gt; y lt;em:gt;El P:amp;uacute;blicolt;/em:gt; (terminado en La Habana, el s:amp;aacute;bado 22 de agosto de 1930), monumentos, ambos, de la nueva poes:amp;iacute;a y del nuevo teatro. La contempora-neidad de estas obras explica la comunidad espiritual y expresiva que las une, y que la lectura int