Resumen
Gabriel Aresti fue, además de poeta, un vehemente euskaltzale, un ser jovial y agónico, un impenitente viajero por su Bilbao natal, su ecosistema lírico y vivencial por excelencia. Por eso, quien quiera conocer mejor la ciudad ha de recorrerla de la mano y obra de guías comoél. Del mismo modo que quien desee acercarse un poco más a su poesía, puede desplegar el mapa de estas páginas, a través de cuyas estampas y apuntes ahondará en el alma de un bilbaíno que hizo de su ciudad piedra angular con la que edificó su obra y su vida.