Resumen
En 1978 un barco con los colores del arco iris comenzó a surcar los mares y océanos para denunciar la caza indiscriminada de ballenas y focas, la contaminación provocada por los residuos tóxicos y radiactivos, las explotaciones petrolíferas y de gas, el uso de redes mortíferas para especies marinas indefensas... Hubo países sensibles a esas protestas y aprobaron leyes que ayudaron a que el mundo fue se más habitable. Pasaron 21 años desde que aquel primer Rainbow Warrior fue se hundido en el fondo de las aguas y convertido en arrecife artificial. Su réplica actual mantiene su causa tan vigente como el primer dia