Resumen
La obra de Tomás Llavador se caracteriza por la multiplicación de usos, la versatilidad y multifuncionalidad. Es una arquitectura muy lejana a los monumentalismos, para y del territorio, entendido éste como el nuevo hábitat social del siglo XXI. Sus proyectos crean ciudad, generando espacios de vida cotidiana donde vivir + trabajar + disfrutar (mezcla de usos): nuevas áreas de centralidad urbana, equilibradas e integradoras. El arquitecto es especialista en la transformación de zonas urbanas obsoletas y remodelación de frentes marítimos (waterfronts). En los proyectos del arquitecto, las zonas verdes y el uso masivo de la luz conforman un lenguaje característico que da a la sostenibilidad absoluto protagonismo en sus intervenciones, creando edificios autosuficientes donde el aprovechamiento de los recursos naturales es pieza clave: cubiertas fotovoltaicas que son capaces de suministrar energía, no solo al propio edificio sino también a las poblaciones vecinas, recogida y reaprovechamiento de aguas pluviales, orientaciones que permiten el uso de la luz natural a máximo rendimiento, zonas verdes en interiores y exteriores, entre otros. El libro de Antonio Bonet aborda estas cualidades de José María Tomás tomando como ejemplo los proyectos realizados en los últimos años; que definen y dan credibilidad a la personalidad de un arquitecto que ha sabido entender las nuevas sensibilidades del siglo XXI en cuanto a la transformación de las ciudades, más habitables, más sostenibles, más divertidas.
