Resumen
José Tomás ha sido el primer torero en muchos años que ha conseguido que la tauromaquia no sea un asunto exclusivo de los aficionados a este ritual ancestral. Los medios de comunicación han vuelto su mirada hacia un torero distinto que expone su cuerpo hasta los límites de la tragedia y que está poseído de un espíritu comparable solamente al de un samurái. Su nombre, especialmente desde su reaparición del año 2007, ha trascendido más allá de los ruedos y ha producido ríos de tinta en los medios taurinos y en los poco proclives a este fenómeno. Personajes adscritos a las artes o las letras, como Albert Boadella, Fernando Sánchez Dragó, Joaquín Sabina y muchos otros, han encontrado en él al Mesías, al Quinto Evangelista, al Redentor o al Torero de Otra Galaxia, según en qué manos estuviese la pluma.<