Resumen
En esta nueva entrega de la serie creada por el novelista irlandés
John Connolly (Dublin,1968) el protagonista, un detective privado llamado Charlie Parker, se recupera de las graves heridas que estuvieron a punto de acabar con su vida en el episodio anterior.
En busca de un ambiente apacible, alquila un chalet junto a la costa atlántica, fuera del agitado mundo de las grandes ciudades. La vida del idílico lugar queda alterada cuando en la arena de la playa próxima a su vivienda aparece el cadáver de un desconocido. Parker, disminuido en su capacidad de movimiento y sometido a un tratamiento médico riguroso, ofrece en vano su ayuda a la policía local encargada del caso, que movida por celos profesionales, rechaza su colaboración. Sin embargo, a la vista de nuevos asesinatos cometidos durante los días siguientes acaban por aceptar la ayuda del detective en las investigaciones. No tarda en descubrir que el nudo del problema radica en la conspiración de un grupo de antiguos dirigentes nazis que, ya en la ancianidad y con el fin de evitar su extradición al país de origen, contratan los servicios de criminales a sueldo para eliminar a cuantas personas pudieran testificar en su contra. Al conocer su colaboración con la policía, el propio Carlie Parker sufre una brutal agresión que, por su estado de debilidad no consigue neutralizar. Recuperado una vez más de las heridas, acredita sus dotes deductivas para identificar a los responsables de los crímenes y reconstruir el pasado de los nazis que, hasta el momento, habían logrado ocultar sus pasadas actividades en los campos de exterminio. Al tiempo que ayuda a la policía en sus pesquisas, Parker intenta recuperar a su mujer e hija de seis años, que se han alejado de él a causa de los riesgos derivados de una profesión cargada de incertidumbre y acciones violentas. El detective echa en falta de modo particular el cariño de su hija, a la que solo puede visitar en contadas ocasiones. Además de mover con suma habilidad los hilos de la intriga y describir con acentos poéticos los paisajes y costumbres del costa norte de los Estados Unidos, John Connolly acierta a reflejar los sentimientos humanos de un amplia y variada galería de personajes. Desde los de conducta noble y generosa a los criminales sin escrúpulos, todos ellos contribuyen a mantener viva la tensión del relato hasta las bien construidas escenas finales.
