Resumen
La fe cristiana entendida como una causa que vincula lo espiritual y lo guerrero, y la afirmación de los ideales caballerescos de la Alta Edad Media cristalizan en la fundación de las distintas órdenes religiosas. Su horizonte geográfico se extiende hasta los Santos Lugares, donde acudieron organizadas en forma de ejércitos para alcanzar la eternidad reconquistando los símbolos de la fe occidental. La Orden del Temple, formada por monjes-soldado, fue una de las primeras en aunar el ascetismo religioso con los ideales de caballero. De ésta y otras órdenes, de su génesis y su evolución, nos habla el autor en esta obra con un estilo ameno, esclarecedor y riguroso.