Resumen
La fuente de oro de
Juan Pedro Cosano es una ambiciosa novela ambientada en Jerez de la Frontera, en este caso un melodrama con mezcla de novela histórica. En 1929, en plana dictadura de Primo de Rivera, Beltrán de la Cueva es el heredero de una de las bodegas más prestigiosas de la ciudad, la Beamunt. Está casado con Sonsoles Domecq aunque no tiene inconveniente en ser amante de su prima y mantener otras relaciones esporádicas. Un día se cruza en su camino Lele Gavilán, una atractiva joven de condición modesta, que está empleada en la bodega y tiene un novio de su status social y de ideas sindicalistas. El flechazo es mutuo y Beltrán y Lele se enzarzan en una apasionada y tórrida aventura extramatrimonial. En paralelo se suceden las huelgas y revueltas de los trabajadores así como los acontecimientos políticos como la llegada de la primera y segunda república y, posteriormente, el estallido de la Guerra Civil que hará tambalear sus vidas. Lele ha de recurrir a Beltrán en dos ocasiones para salvar de la muerte a su novio mientras el bodeguero negocia para llevar a Inglaterra su dinero y mantenerlo a buen recaudo. La joven vive asediada ya que su aventura sentimental es conocida en todo Jerez y huye, primero a Sevilla donde refugia a unos comunistas, y más tarde a Madrid, allí, tras concluir la contienda, será detenida y llevada a una cárcel franquista. Beltrán, ya viudo, sigue recordando a su amada hasta que un casual incidente da un giro inusitado a la trama.
Cosano aborda aquí los mismos temas que en sus anteriores obras: las injusticias de la sociedad jerezana, unos sectores siempre enfrentados, el recurso a personajes de ficción pero con nombres claramente reconocibles y la inclusión de amores furtivos y adúlteros descritos con apuntes detallados de sexo explicito, sumamente reiterados, molestos e innecesarios para el desarrollo argumental. Un narrador omnisciente cuenta los hechos a través de un cuidado lenguaje y una prosa amena, prolija en descripciones de rincones y costumbrismo, especialmente de la atmósfera bodeguera y reproduce un retrato que, aunque basado en la realidad, a veces resulta exagerado: los ricos señoritos son casi siempre malévolos y depravados y loa gente sencilla y pobre, buenos por lo general. Debido a este maniqueísmo poco matizado del que solo se salvan los protagonistas el relato peca en ocasiones de exageración. Pero ante todo es la historia de un amor imposible entre dos personas antagónicas en un mundo cargado de tensiones sociopolíticas.
