Resumen
La guerra en el fin del mundo es una novela de aventuras de
Ian Ross cuya acción transcurre en el norte de la provincia romana de Britania, durante las campañas de las legiones para someter a las tribus de los pictos, alzadas contra el Imperio a comienzos del siglo IV d.C.
El aguerrido centurión Aurelio Casto recibe el encargo de custodiar con sus hombres a dos legados cuya misión era renovar los acuerdos que habían logrado mantener la paz durante los años anteriores. Sin embargo, la muerte repentina de un reyezuelo picto amigo de Roma, provocó la ruptura de los tratados vigentes, de modo que los embajadores fueron asesinados y los legionarios exterminados, a excepción de Casto, retenido en prisión. Con la ayuda de una influyente dama, el centurión pudo escapar y atravesar las filas enemigas hasta alcanzar la ciudad fortificada de Eboracum (hoy York). Recibido con honores por sus camaradas de armas, formó parte del ejército que, al mando del emperador Constancio y del que sería su heredero, Constantino, sometió a sangre y fuego los pueblos rebeldes al dominio de Roma. Aurelio Casto encarna la imagen del legionario valiente y fiel a su emperador al margen de maniobras e intrigas de políticos ambiciosos que rondaban la corte de los poderosos. Aunque tanto los protagonistas del relato como los hechos que les rodean son imaginarios la novela refleja, en tono de ameno realismo y acertado pulso narrativo, el ambiente de las grandes batallas y mentalidad de los legionarios, así como la crueldad y salvajismo de sus enemigos pictos. El historiador británico Ian Ross inicia con este título una serie de relatos protagonizados por el centurión Casto y situados en los últimos momento de esplendor del mundo romano. Los sucesivos episodios se centrarán, de modo preferente, en el gobierno de Constantino que fue proclamado emperador en la ciudad britana de Eboracum en el año 306.
