Resumen
Billy Morton, padre de la familia Morton, es patrón de una pequeña embarcación de pesca con base en Greeenport, en el norte de Long Island. Su vida familiar trascurre en la más pura normalidad. Está casado con Carlita, veinticinco años más joven que él, oriunda de Cuba y abogada de oficio, y tiene dos hijos, Jimmy y Lucas. Su vida se ve alterada cuando al término de un día de intensa pesca descubre que una especie de bola peluda ha saltado a su embarcación. La bola es un ser alienígena, mutante, con una inteligencia muy superior a la de los humanos, y que ha venido, junto con otros compañeros, a la tierra con la idea de recordarnos que la vida es un divertido juego. Un juego que llevará a la familia Morton a convertirse en objeto de persecución por el FBI, a blanquear dinero y a formar parte de la lista de los más buscados por la justicia.
El juego que proponen los alienígenas, con esta forma primera tan peculiar de bolas peludas, pero que se adapta de otras formas en las más diversas circunstancias, es el de la defensa de una serie de ideas universales que están en contradicción con las bases del sistema económico, político y judicial sobre los que se articula el actual EE.UU. La historia se construye desde el momento en el que la familia Morton pierde el control sobre la reserva de la existencia del alienígena Louie, y de sus compañeros. Una historia en la que se refleja de forma crítica el modo de vida americano, y en la que son protagonistas desde las Agencias de Inteligencia, pasando por el presidente de los Estados Unidos, hasta los grandes medios de comunicicación. Una historia que da pie al autor para abordar los temas actuales de la radicalización de las ideas políticas, la crítica a los Republicanos, al sistema económico mundial y a las grandes corporaciones, y el fenómeno de la inmigración y del terrorismo, entre otros. Con este libro, Luke Rhinehart, pseudónimo de George Cockroft, autor de la denominada novela de culto ?El hombre de los dados?, trasluce una propuesta social y antropológica que entiende que la vida es un juego, alejado de todo poder y de toda ambición, a través del cual debemos pasarlo lo mejor posible con los más eficaces aliados que ahora vienen de fuera para demostrarnos lo ridículos que somos.
