Resumen
Nada más nacer, Víctor fue abandonado sobre las calles nevadas de Moscú. Durante toda su infancia, y como consuelo ante la difícil supervivencia en un inhóspito orfanato estatal, Víctor creerá que su verdadera madre fue la nieve, quien, compadeciéndose de su desamparo, le otorgó una fortaleza y una capacidad de superación excepcionales. Estas cualidades le resultarán muy útiles en la academia militar en la que transcurrirá su adolescencia y, posteriormente, en el ejército ruso, donde deberá encarar difíciles misiones de espionaje. Pero Víctor tan sólo se sentirá vinculado a lo largo de su vida a la idea de la nieve y a Yuri, un compañero de orfanato con el que mantiene una compleja relación de amor, admiración, rivalidad y recelos.
A través de los ojos, primero inocentes, más tarde desencantados de Víctor, Antonio Altarriba nos muestra con una prosa sumamente elegante y limpia, directa y cálida a la vez, la evolución de una Unión Soviética que pasó, en apenas una década, del comunismo más exacerbado a la adopción de un capitalismo que sumió a sus seguidores en la más profunda confusión. Bajo la emocionante peripecia vital del protagonista subyace el certero retrato de unos gobernantes oportunistas y burocratizados, y de una sociedad atemorizada que asistirá con asombro a un proceso de cambio vertiginoso de consecuencias inimaginables. La memoria de la nieve es una trepidante novela de aventuras, con un trasfondo real claramente identificable, que conmueve al tiempo que invita a la reflexión más sincera.