Resumen
Poco después de que la protagonista de esta novela se casara con un industrial muy rico, comienzan a esparcirse unos rumores según los cuales éste habría matado a su primera mujer y a otras dos personas supuestamente desaparecidas: una joven estudiante y el padre de su nueva esposa; rumores que se confirman al hallarse los cadáveres de ambos. El administrador de los bienes de la familia y el hermanastro del marido despiertan algunas sospechas, pero todo apunta hacia el acaudalado industrial.
La novela, vigesimoquinta de las publicadas por su autora, está escrita con la técnica que le ha procurado el éxito: cuenta con una sagaz protagonista femenina; una intriga sin complejidades y fácil de leer; varios personajes que tienen motivos para matar a la víctima, cuya función es mantener despierto el interés de los lectores; una construcción sencilla, a base de capítulos muy cortos, con mucho diálogo y con descripciones centradas en la decoración de los lugares y en la ropa de las personas; y una historia sentimental unida a la investigación policiaca. También suele añadirse a la trama un ingrediente más o menos curioso, en este caso el sonambulismo. Y los personajes centrales están cargados de buenos sentimientos y se comportan de acuerdo con los dictados de las buenas maneras, de modo que el conjunto resulta superficial y amable, se desenvuelve sin estridencias ni exabruptos y concluye en un final feliz.
