Resumen
Primer tomo de una trilogía protagonizada por un estudiante de Liceo de París, de origen español, que por casualidad descubre la puerta de acceso al mundo de los muertos. Al abrirla sin querer, permite que llegue al mundo de los vivos un feroz vampiro, que comienza a convertir en criaturas como él a varios de sus compañeros de clase y secuestra a una amiga por la que aquél siente una especial atracción. Ayudado por una anciana pitonisa y vidente, se adentra en la zona de espera donde las almas aguardan el juicio definitivo de su destino eterno, para intentar rescatar a su enamorada antes de que sea arrastrada por su secuestrador hacia el mal. La obra narra las aventuras que este rescate implica, en las que colabora también el espíritu de una joven muerta en accidente de aviación, cuyo cuerpo nunca pudo enterrarse.
La obra, con semejanzas argumentales que evocan La Divina Comedia y el mito de Orfeo y Eurídice, mezcla elementos sentimentales y de terror en una trama convencional, ágil y variada, aunque demasiado extensa y a veces un tanto repetitiva.El autor es bastante hábil en el manejo de gran número de personajes y de recursos imaginativos para sugestionar al lector, dentro de unos niveles técnicos aceptables. El estilo, muy coloquial, no tiene categoría estética pero es adecuado para entretener al público al que se destina. El contenido mezcla elementos religiosos con otros que son claras supersticiones de raíz esotérica, pero todo ello como fruto de la voluntad de provocar miedo a base de recursos propios y tradicionales.