Resumen
Episodio de la serie protagonizado por el detective privado Víctor Ros que, desde su oficina de Madrid, opera en cualquier lugar del territorio nacional donde se requieran sus servicios.
En esta ocasión recibe el encargo de investigar un violento crimen del que ha sido víctima el hijo del Sr. Férez, acaudalado industrial de Oviedo, y que la policía local no logra esclarecer. Corre la primavera de 1883 cuando Ros se traslada a la capital de Asturias acompañado de Eduardo, niño de 12 años al que adoptó después de rescatarlo de los bajos fondos de Barcelona. A las órdenes de su amigo el juez instructor de la causa, lleva a cabo las pesquisas e interrogatorios precisos para reunir las pruebas que permitan detener al culpable. A medida que avanza en la investigación se producen nuevas muertes: una de las criadas de la casa Férez se suicida y su confesor fallece repentinamente de un infarto. Ros descubre que ambos fueron asesinados para eliminar posibles testigos, aunque no logra identificar a los responsables de los crímenes. Cae finalmente en la trampa tendida por los asesinos cuyo cerebro es una violenta psicópata, degenerada sexual, mezcla de mujer y hombre. El relato describe con buen estilo narrativo las habilidades del ingenioso detective, en quien destaca su nobleza, sagacidad y valor para afrontar cualquier riesgo al servicio de la justicia. El turbio personaje hermafrodita que representa la imagen de maldad, introduce un elemento morboso que se mantiene a lo largo de la novela cuyo final, inacabado, deja entrever que escapará a la acción de la justicia.
Jerónimo Tristante (Murcia, 1969) ha publicado con éxito comercial media docena de relatos protagonizados por el detective Víctor Ros.
