Resumen
Estamos ante un libro que trata de la Tauromaquia como símbolo de la Vida. En sus paginas hay muchas vidas humanas. Cada una de ellas viaja cosida con su inseparable y correspondiente muerte, ocurrida o pendiente, que la completa y perfecciona. El toro, intermediario con la divinidad, nos acompaña en la vieja Iberia y en los países de nuestra estirpe. La Fiesta, por su origen divino es intemporal e inmortal, a diferencia de regímenes políticos que no parecen descender de los dioses.
En Las Edades del Torero y del aficionado se narran las etapas del individuo humano, inmerso en la sociedad de masas en busca de su identidad y del acabamiento de la persona.