Resumen
Trata esta novela, premio Nadal 2003, de las desventuras de un escritor sin éxito de novelas policíacas de consumo: su editor le explota, su mujer lo echa de casa y se lleva mal con la familia.Su único apoyo son las reuniones con unos amigos adictos a los autores policíacos, que reflexionan sobre cómo debe ser el crimen perfecto. La realidad, superando a la ficción, sitúa por fin al protagonista ante este tipo de delito.
La obra no es propiamente una novela policíaca, sino una reflexión metaliteraria en forma narrativa sobre los elementos que integran este tipo de novelas.La intriga se plantea muy al final de la acción, con más de alegato históricopolítico que de indagaciones y deducciones detectivescas.El desarrollo argumental es lento y carece de tensión interna, centrado como está en reflexiones especulativas, y los personajes tienen más de estereotipos que de seres humanos. Trapiello se revela como experto y sutil conocedor del género policíaco, pero no es un buen cultivador de dicho género. Prueba de ello es que el crimen perfecto que plantea, como desenlace de acción a una historia poco dinámica, lo utiliza para exponer su propia idea de la justicia, una "justicia poética" en cuyo nombre se puede matar a quien haya evadido la justicia legal, y este asesinato debe quedar impune. Apelando a rencores de la guerra civil y a viscerales sentimientos antifranquistas, niega el fundamento objetivo de las leyes y somete el principio moral del respeto a la vida al argumento materialista de que el fin justifica los medios.
