Resumen
Violeta, una niña de ocho años que pasa las vacaciones de verano en casa de su abuela, en un bonito pueblo costero llamado Alaire, espera con impaciencia la llegada de su amiga Martina que va a pasar una semana con ella. Mientras planea los lugares que va a enseñarle y las excursiones que pueden hacer juntas, recuerda que en un pequeño bosque cercano existe una casa abandonada, al borde de una ciénaga que parece un sitio adecuado para ir a explorarlo. Su abuela le cuenta que en tiempos pasados tuvo un jardín maravilloso y que su dueña, una señora introvertida, con pocas amistades, desapareció de repente, sin que desde ese momento nadie se haya hecho cargo de la propiedad. Atraída por ese halo de misterio que la rodea, Violeta decide que en cuanto su amiga llegue entrarán juntas en la casa, a pesar de que su abuela le ha dicho que no se debe entrar sin permiso en una propiedad privada. El camino resulta un poco difícil pero después de saltar la tapia que lo rodea, el jardín resulta de una gran belleza incluso abandonado como está. El interior de la vivienda, en estado ruinoso, resulta menos atractivo y alarmante por el extraño zumbido que se escucha tras de una puerta. La autora narra, con estilo cuidado y delicadamente expresivo, la extraña sensación que las protagonistas experimentan como si el espíritu de la dueña de la casa las observase en todo momento y respiran aliviadas cuando abandonan el lugar. Emocionante sin llegar a provocar miedo, la historia dentro de su sencillez y brevedad está bien elaborada desde el punto de vista literario.
