Resumen
El tema de las pasiones del ser es tratado por Eric Laurent en conexión, entre otros, con el término freuddiano de afecto; con el momento en que Lacan conceptualiza el sujeto como falta-en-ser; con un segundo momento en que Lacan, a partir de Televisión, habla de las pasiones del alma; con la lógica da la cura y los momentos de entrada y salida del análisis; con el fenómeno psicótico; con la lectura lacaniana de El arrebato de Lol V. Stein, de Marguerite Duras, que Laurent retrabaja diferenciando ese dispositivo como contrario del de sublimación, pasión que es una encarnación en un cuerpo de una otra mujer; y con una relectura que hace, desde El ego de Joyce del último Lacan, del estadío del espejo. Por este camino llega a lo que es, en conclusión de Laurent, la pasión del alma para la experiencia del psicoanálisis y elabora un significante nuevo que lanza en este libro: la pasión de a.