Resumen
Tras dos décadas de intenso trabajo investigador, Santiago Ramón y Cajal recogió en este ensayo, publicado en 1899, su experiencia personal con el propósito de orientar a los jóvenes que desearan adentrarse en el campo de la ciencia, sobre los mejores procedimientos para llevar a cabo satisfactoriamente sus tareas. El libro tiene un claro enfoque pedagógico y se refiere no tanto a procedimientos técnicos, sujetos a múltiples variaciones con el paso del tiempo, como a actitudes personales que atienden a aspectos inmutables de la naturaleza humana. Este planteamiento es el que ha permitido que la obra conserve su interés y vigencia, salvo en lo que atañe a los órganos sociales dedicados al fomento de la investigación en España o a algunas circunstancias sociopolíticas concretas ceñidas al momento en que estas páginas se escribieron, coincidiendo con la liquidación de las colonias americanas. La exposición está muy bien estructurada, en forma clara y con un lenguaje de carácter práctico y concreto. Sin embargo, el cambio de usos lingüísticos determina que el vocabulario y las expresiones que fueron de uso corriente a finales del siglo XIX sean hoy poco familiares al público joven, al que el libro iba dirigido, y exijan una lectura atenta y pausada.
