Resumen
Novela desarrollada en dos planos temporales en los que se cuenta la trayectoria de dos mujeres, separadas por el tiempo, pero con igual pasión por el amor y el arte. Luisa Aldazabal en la actualidad está insatisfecha en su matrimonio y tras un infarto y tres meses en coma, da un giro radical a su vida, dejando a su marido para marcharse a Venecia y dedicarse a la pintura. Allí descubre la historia de la Marchesa Casati, una excéntrica veneciana de principios del siglo XX dedicada al exceso, la droga y todo tipo de placeres, deseosa de de ser una obra de arte real y amante de Gabriele Dánnunzio, una marchesa que, además de aventuras, colecciona animales en su casa. Luisa queda fascinada por su personalidad y, a partir de ese momento, se identifica plenamente con ella, mirándose en su conducta como en un espejo. También Luisa se entrega plenamente al arte llegando a ser la musa de su amante.
La autora narra la vida de estos dos apasionados personajes
que dibuja aceptablemente con agilidad y estilo vigoroso, cargado de sensualidad y sentimentalismo, de tal forma que algunas expresiones pueden resultar algo preciosistas, aunque quizá resulten acertadas para la época descrita. Es también el relato de una búsqueda de realización personal en la que sus protagonistas reivindican el amor libre y la búsqueda del placer sin cortapisas, temática que, previsiblemente da lugar a abundante erotismo. Lo más destacable del libro es la excelente documentación y ambientación con la que se retrata tanto la Belle Epoque como Venecia, con toda su fascinación y colorido, en las que se muestra toda una pléyade de artistas, orgías y diversiones.
Marta Robles es periodista y escritora. Con esta novela ha obtenido el premio Fernando Lara.
