Resumen
Convertida la cultura en parque temático, las prácticas artísticas en valor de cambio y la vida en banalizado espectáculo, ¿qué sentido tiene continuar hablando de arte y legitimar un discurso institucionalizado que ha hecho de la novedad un dogma y de la revuelta un reclamo para el consumo? Responder a esta cuestión es uno de los objetivos que David Pérez plantea en Malas Artes. Experiencia estética y legitimación institucional, texto que reúne parte de las conferencias y ensayos que el autor ha pronunciado y escrito en los últimos años. Ahora bien, que esta cuestión quede planteada, no significa que la misma sea resuelta. Asumida esta paradoja, el presente volumen invita a una reflexión apasionada y contradictoria sobre el papel que, dentro de la institución arte, ejercen quienes intervienen en su fortalecimiento y en la consiguiente perpetuación de un modelo que en su propia vacuidad sólo actúa como el reflejo de un orden económico que es un desorden social.