Resumen
Leer a Juan Rulfo es como ingresar a un recinto secreto y mágico de cuyos rincones van saliendo voces, silencios, símbolos que se repiten y resuenan con singular obstinación, mientras vamos y tornamos, subimos y bajamos por recodos de polvo y sombra, de murmullos y penas, de esperanza y de fatalidad. Rulfo nos involucra en un mágico juego de adivinaciones y sugerencias que nos remite al ámbito de las formas simbólicas, donde la filosofía y el arte parecen encontrarse.