Resumen
Novela filosófica en la que un hombre solitario y soñador descubre a los otros a través del impulso amoroso, planteándose entonces, angustiosamente, el problema de la existencia real, de la muerte y de la inmortalidad.
Escrita en 1914, desarrolla la obra un interesante estudio psicológico donde el protagonista está diseñado como un ser apático con ciertos rasgos freudianos, y que bajo una total placidez exterior vive un agitado mundo de sentimientos y pensamientos contradictorios o indefinidos. La acción discurre entre diálogos y monólogos, con pocos acontecimientos y escasas descripciones ambientales, aunque, en ocasiones, frases muy breves tienen una honda fuerza plástica y evocadora. Más que narrar, el autor da vida a unos seres para que tomen forma en ellos una serie de ideas, dudas, incertidumbres y temores de signo existencial, con ánimo de hacer reflexionar al lector. El estilo, seco y directo, aunque cuidado, facilita la comprensión de este complejo planteamiento. En la obra, que muestra una fuerte influencia de la filosofía idealista alemana, Unamuno se debate entre los presupuestos kantianos y la nostalgia de la paz que la fe religiosa produce. El diálogo final entre autor y protagonista, entre creador y criatura, muestra su falta de fe teologal y su voluntad de creer, alimentada precisamente de dudas. Estas incertidumbres, fruto de un deficiente conocimiento del espíritu cristiano, se plantean en esta obra sin ánimo de hallarles solución, sólo como testimonio de una dramática lucha interior que no tiene más solución que la muerte.
