Resumen
Este libro, que figuró en la lista de honor del premio Andersen de Literatura Infantil en 1974, es un relato fantástico en el que se narran las peripecias que se suceden cuando un niño dibuja en la pared de su casa un rinoceronte y éste cobra vida, con todas sus consecuencias.
El cuento es un derroche de ingenio y fantasía en el que el mundo de la realidad se confunde con el ficticio, en un juego imaginativo en el que caben la intriga, el suspense y el humor. Sin embargo, bajo una apariencia intrascendente, existe una clara tendencia vanguardista basada en lo absurdo, cuyo simbolismo pleno no serán capaces de captar los pequeños lectores. El autor, aunque escribió un libro para niños, sólo consiguió una perfecta parodia del mundo de los mayores, presentado aquí como absurdo, con un enfoque poco formativo desde el punto de vista pedagógico. El de los pequeños protagonistas transcurre al margen de auténticos rasgos afectivos, mientras contemplan asombrados a los adultos con su empeño constante en refugiarse en el mundo de la fantasía. Se destacan circunstancias poco ejemplares.
