Resumen
Manual de divulgación que trata de explicar de forma breve y sencilla qué sentido tiene que el individuo adecúe sus hábitos de conducta a unas determinadas normas a las que ajustar su libertad de actuación.
La obra, concebida con criterios didácticos, se articula en nueve capítulos cuyo contenido responde a la pregunta formulada en el título desde distintas perspectivas. La autora incluye en las utilidades prácticas de atenerse a normas éticas, entre otras, el abaratar costes y crear riqueza, labrarse un buen carácter, la cooperación inteligente, cuidar del prójimo, universalizar la excelencia y usar responsablemente la libertad. Todo este programa queda razonablemente justificado en función de un humanitarismo responsable y solidario en términos de forma claros y sencillos, fáciles de comprender por una amplia mayoría de lectores. Sin embargo, a la exposición le falta un fundamento de fondo que justifique las razones por las que el individuo deba renunciar a ejercer su voluntad de satisfacer caprichos y necesidades, a cambio de construir un entorno social más justo y feliz. El sacrificio del propio egoísmo se defiende con unos argumentos, enraizados en el espíritu laicista de la Ilustración, un tanto utópicos e idealistas, que quizá no resulten suficientemente persuasivos en una sociedad competitiva, centrada en la posesión de bienes materiales. La omisión del sentido religioso de la existencia humana debilita en gran medida una argumentación que parte del utilitarismo de la ética para explicar su vigencia.